18 AGOSTO 2017
Ese dÃa tenÃa programado el aborto, no dormimos mucho esa noche, a las 8 llegamos a la clinica, también venian mis padres para acompañar a mi chico.
Entramos allà me hicieron firmar un montón de papeles. Yo iba sin rumbo a donde me decÃan. Me hicieron una ecografia, me dijeron que el higroma quistico habÃa aumentado. Me llevaron a una sala donde habÃan camas separadas por cortinas. Metà todas mis pertenencias, Movil, llaves etc. Yo no pensaba solo hacÃa lo que me pedÃan.
Me dieron una bata y me hicieron tumbarme en la cama. Unos minutos más tarde me dieron unas pastillas para ponerme debajo de la lengua. Empecé a notar escalofrÃos, me dijeron que era normal que me tapara con la manta que tenia. Incluso con la manta el frÃo no cesaba. Solo me preguntaba porque no podÃa estar allà mi chico conmigo, con nosotras.
En la puerta del fondo era donde hacÃan las intervenciones, yo oÃa al ginecólogo hablar con las auxiliares y el anestesista. Ese dÃa habÃamos dos chicas más, oà que decÃan que habÃa una de 24 semanas, otra de 8 y yo. El ginecólogo preguntó porque la chica que venÃa por malformaciones (yo) venÃa por privado y no por Seguridad Social, ahà una de las auxiliares le dijo el nombre de mi ginecólogo privado. Y acto seguido vino a verme y a decirme que todo saldrÃa bien.
Yo empecé a sentirme cada vez peor, empezaron las contracciones y con ellas a encontrarme fatal del estómago. No podÃa salir del aseo y no tenÃa ningún enganche para poner el gotero, yo estaba preocupada porque el gotero tenÃa que estar en alto para que la medicación pudiera llegar. Asà que intentaba ir a la cama, entre viaje y viaje escuchaba a una de las chicas preocupada por mi. Me preguntaba si estaba bien. Ella me contó que ya habÃa perdido dos bebes. Y me animaba desde la cortina de al lado. Yo no podÃa preguntarle nada ni animarla, solo lloraba e intentaba despedirme de Africa. Le pedÃa perdón por lo que estaba apunto de suceder.
La chica de las 8 semanas fue la primera en entrar, el procedimiento duro muy poco. Cuando salió le dijeron que se quedara tranquila en la cama y que pronto le dejarÃan irse.
La otra chica fue la siguiente el procedimiento duro algo más de media hora, intentaron despertarla en la sala de cirugia pero no pudieron. La metieron en la cama y se quedó un auxiliar con ella hasta que desperto.
Ahi fue cuando vienieron a por mi, el anestesista me hablaba hasta que me quede dormida. Yo estaba nerviosa y lloraba. Sentà un dolor horrible que recorria mi brazo derecho y me dijo que respirara profundamente y a partir de ahà ya no recuerdo nada. Lo siguiente que recuerdo es despertar abrazada al anestesista diciendome que estaba bien.
El ginecólogo me acompaño a mi cama y me dijo que la niña era preciosa, que habÃa tomado una buena decision, que no me preocupara y que todo iba a salir bien.
Mis padres y mi chico me dijeron que fue a hablar con ellos, diciéndoles que podÃan bajar a verme. Para cuando bajaron yo estaba esperandoles ya vestida y con toda la medicación que tenÃa que tomar. Mi chico lo primero que hizo es venir a abrazarme con fuerza y llorar. No hubieron más palabras, estaba claro, habÃa sentido miedo. Él también hubiera querido estar conmigo.
A dÃa de hoy sigo sin entender porque no preguntamos si él podÃa estar conmigo, o ni siquiera nos dieron la opción. Los dos hubiéramos pasado mejor el duelo estando en esa habitación juntos, el sujetándome el gotero desde la puerta mientras yo estaba en el lavabo (sé que no es una imagen agradable, pero él lo hubiera agradecido).