Todo empezó con un embarazo normal y deseado, en la semana 12 nosotros acudimos a consulta para hacernos el triple screening en la Seguridad Social. Ese día yo estaba nerviosa y cuando entramos en la consulta la ginecóloga se preparo para hacer la ecografía.
La ginecóloga estuvo un buen rato con el ecógrafo y nos decía que el bebe no se quería dar la vuelta para que le pudiéramos ver de lado. En ese momento nosotros no le dimos mayor importancia ya que en todo momento estábamos oyendo su corazón latir. Una amiga nos comento que a ella le había pasado pero que le dijeron que saliera a andar y en unos minutos volviera a consulta para ver si se había movido.
Esta chica en ningún momento nos comento de hacer nada similar, enseguida nos despacho y nos dijo que con lo poco que se había dejado ver a ella le servía, que seguramente estaba todo bien ya que yo era muy joven.
Nosotros no nos quedamos muy satisfechos y llamamos a mi ginecólogo privado para concertar una cita. En la semana 14 nos atendió, cuando entramos en consulta y nos realizó la eco grafía el ginecólogo se quedo muy callado, cada vez estaba mas serio. Nos dijo que era una niña y nosotros (ilusos) nos pusimos muy contentos.
Cuando acabo de hacer la ecografía nos sentó en el despacho y nos dijo que teníamos que hacer pruebas, que la cosa no pintaba bien. Nos hablo de una monosomía y de un higroma quístico. Nosotros estábamos en shock, no podíamos preguntar nada, no sabíamos que preguntar. Menos mal que en ese momento vino mi madre con nosotros y ella hizo preguntas. A día de hoy sigo sin entender lo que nos dijo en esa consulta, para mi esta todo nublado como si fuera un mal sueño.
Unos días después concertamos una cita para hacer el test prenatal no invasivo, y unos 7 días después nos dieron la mala noticia de que era Síndrome de Turner, tenía movilidad reducida y problemas de corazón. Teníamos que seguir haciendo pruebas.
Ese día comenzó un antes un después en nuestra vida.
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